Una de las características de la sociedad
actual es su constante cambio. Este cambio no solamente se relaciona con el
aspecto tecnológico, que finalmente es lo más evidente. La tecnología de la
información y las comunicaciones ocupa un lugar central en nuestras vidas. La Internet y las redes sociales se han
convertido en el espacio qué ha ganado tanto la atención de las personas,
que se ha perdido, en su mayoría, la
motivación por realizar actividades al aire libre y hasta el de compartir cara
a cara, porque esta interacción se realiza a través de una cámara web o del
celular.
Sin embargo y no obstante las
ventajas de esta forma de interactividad,
ya que podemos conversar en tiempo real con personas que están al otro
lado del planeta, o usarlo como recursos
para generar conocimiento y por tanto, para enseñar y aprender; también
presenta múltiples riesgos. La violencia “virtual” es otra de
las formas de agresión que se está implantando
en el día a día. Por ejemplo, es
un riesgo la difusión irresponsable del número de celular, porque no se sabe
con certeza a quién puede llegar. Los acosadores, están al acecho de jovencitos
o jovencitas que compiten para “ver” quién tiene más contactos y/o seguidores,
sin tomar en cuenta quienes son o cuáles son sus intenciones.
Las redes sociales se han
convertido en la forma más inmediata para “conocer gente” y compartir cada
aspecto de su vida pública y privada, con el riesgo que esto implica en una
sociedad donde la delincuencia se incrementa cada día.
En tal sentido, la escuela y la
familia deben incorporar todos los
aspectos necesario para afrontar los
retos del mundo actual y que no solamente se refieren a lo cognitivo, sino y
sobre todo a los aspectos emocionales y relacionales. Las personas deben aprender a tomar decisiones
frente a la incertidumbre; pero para ello es necesario que aprendan a pensar crítica y creativamente, y
también a ser emocionalmente competentes, saber decir NO en las circunstancias
necesarias, ser autónomos, resilientes, proactivos, emprendedores; haber
desarrollado las competencias básicas transversales para poder aprender a aprender
a lo largo de toda la vida.
Para poder aprender a aprender es
necesario que la escuela favorezca el logro tanto de las herramientas
esenciales para el aprendizaje (como la lectura y la escritura , la expresión
oral , el cálculo, la solución de problemas) como los contenidos básicos
(conocimientos teóricos y prácticos, va lores y actitudes) necesarios para que
los seres humanos puedan sobrevivir, desarrollar plenamente sus capacidades,
vivir y trabajar con dignidad , participar plenamente en el desarrollo ,
mejorar la calidad de su vida, tomar decisiones fundamentadas y continuar
aprendiendo. [1]
Las herramientas esenciales para
el aprendizaje como son las competencias comunicativas, fundamentalmente la
comprensión lectora y las habilidades
lógico matemáticas, se han convertido en los principales indicadores de la
calidad educativa. Se miden a nivel nacional como internacional, sin embargo
los estudiantes peruanos, todavía no han logrado una ubicación adecuada en
dichas evaluaciones. Todavía existen grandes deficiencias, así, “el Perú ocupa el último lugar en un
ranking de 66 países que se sometieron a la evaluación PISA (Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes),
organizado por la OCDE (Organización de Cooperación y Desarrollo Académico).
Aunque este resultado es preocupante, se le puede considerar como un reflejo de
nuestro sistema educativo o existen diversos factores que tenemos que comparar”
(Edu-PUCP, 2013)[2]
Ciertamente, recibir una
educación de escasa calidad es lo mismo que no recibir educación alguna. Tiene
poco sentido brindarle a un niño o niña la oportunidad de matricularse en la
escuela si la calidad de la educación es tan precaria que no le permitirá alfabetizarse,
adquirir las habilidades aritméticas básicas o prepararse para la vida.
Una educación de calidad,
esencial para el aprendizaje verdadero y el desarrollo humano, se ve influida
por factores que proceden del interior y el exterior del aula, como la existencia
de unos suministros adecuados, o la naturaleza del entorno doméstico del niño o
niña. Además de facilitar la construcción de conocimientos y aptitudes
necesarios para triunfar en una profesión y romper el ciclo de pobreza, la
calidad desempeña un papel crítico a la hora de disminuir la brecha existente
entre los géneros en materia de educación básica (UNICEF, s.f).). [3]
Según la UNICEF[4],
existen al menos cinco elementos clave que afectan a la calidad de la
educación: lo que el estudiante trae consigo, el entorno, los contenidos, los
procesos y los resultados. Estos elementos constituyen una base que permite
supervisar la calidad.
·
Lo que el estudiante
trae consigo, es decir sus experiencias previas. ¿Qué experiencias aporta el
estudiante a la escuela y qué dificultades concretas enfrenta? ¿Se ha visto
afectado por situaciones de emergencia, por el maltrato, el trabajo infantil o
el SIDA? ¿En su primera infancia, su educación preescolar y las experiencias
vividas en su familia y su comunidad fueron positivas? ¿El lenguaje empleado en
su hogar es muy distinto del que se usa en su escuela? ¿Ha contado con la
preparación suficiente que la permita mantener el ritmo de la escuela? En este
aspecto es necesario tomar en cuenta que el niño o niña no llega a la escuela
con su mente en blanco, tiene una rica vivencia de al menos 3 años, que es la
edad en que se inicia su vida escolar. Miras (s/f, citada en Coll, Martín, Mauri,
Mirás, Onrubia, Solé, Zabala, 1999)[5],
opina que “estos conocimientos previos no solo le permiten contactar
inicialmente con el nuevo contenido, sino que, además, son los fundamentos de
la construcción de los nuevos significados. Un aprendizaje es tanto más
significativo cuantas más relaciones con sentido es capaz de establecer el
alumno entre lo que ya conoce, sus conocimientos previos y el nuevo contenido
que el/la docente le presenta como objeto de aprendizaje.
·
Entorno. ¿El entorno
de aprendizaje es saludable, seguro, protector, estimulante y tiene en cuenta
las necesidades de los géneros? En este
sentido, el contexto constituye la
referencia fundamental para el
aprendizaje. Debe tomarse como fuente de las situaciones problémicas para
que haciendo uso de los conocimientos
adquiridos en la escuela, el estudiante genere y aplique estrategias complejas
para solucionar problemas de su realidad. Solamente cuando el contexto sea valorado como
factor determinante en los diferentes niveles de diseño y
desarrollo curricular, estaremos hablando de una educación pertinente,
contextualizada y situada.
Sobre la importancia de la reflexión y aprendizaje
contextualizado, Freire (2002)[6]
expresa que “cuando un ser es capaz de emerger de su contexto, de “alejarse” de
él: capaz de admirarlo para objetivándolo, transformarlo, y transformándolo,
saberse transformado por su propia creación; un ser que es y está siendo en el
tiempo que es suyo, un ser histórico… solamente éste es capaz, de
comprometerse. Este ser es el hombre. Y
agrega que, así como no hay hombre sin mundo, no puede haber reflexión y acción
fuera de la relación hombre-realidad. Esta relación hombre-realidad,
hombre-mundo, al contrario del contacto animal con el mundo, implica la
transformación del mundo, cuyo producto, a su vez, condiciona tanto la acción
como la reflexión.
·
Contenidos
educativos. Por un lado, habría que preguntarse si ¿Son pertinentes los
materiales didácticos y los programas de estudios? ¿Imparten destrezas básicas,
especialmente en lo que se refiere a la alfabetización y la aritmética
elemental? ¿Promueven técnicas para la vida y aprendizaje sobre
cuestiones tales como el género, la salud, la nutrición, la prevención del
SIDA, la paz, u otras prioridades de ámbito nacional y local? ¿En qué medida el
contenido de los programas de estudio y los materiales didácticos incluyen o excluyen
a las niñas? Por otro lado, si tomamos en cuenta que la calidad educativa “es
el nivel óptimo de formación que deben alcanzar las personas para enfrentar los
retos del desarrollo humano, ejercer su ciudadanía y continuar aprendiendo
durante toda la vida” (Ley general de Educación N° 28044, Art. 13)[7], otra preguntas
sería ¿El sistema prepara, realmente, a las
personas para que hagan frente a los retos planteados por el mundo?
En el plano formativo cada institución educativa
realiza una selección de los campos de conocimiento acordes con las lo que las
personas y el contexto necesitan conocer-saber para resolver un conjunto de
problemas presentes en el sistema social. González (2000, citado en Tobón, 2007). Sólo
si este aspecto se cumple estaremos ante una educación de calidad.
Teniendo en cuenta que la educación actual se
desarrolla en base a la concepción compleja de competencias, el proceso de
desempeño idóneo y responsable requiere la integración de diversos saberes: el
saber ser, el saber hacer y el saber conocer y el saber convivir (Delors, 1999[8];
Tobón, 2007[9])
Sobre este mismo aspecto, de acuerdo con Román y
Diez (2000, citado en Tobón, 2007)[10],
el currículo es una selección cultural que se estructura en base a procesos (capacidades y alores), contenidos (formas de saber) y
métodos/procedimientos (formas de hacer) que demanda la sociedad en un momento
determinado.
·
Procesos. ¿Los
métodos que los profesores emplean se centran en los niños y las niñas? ¿Sus
valoraciones facilitan el aprendizaje y reducen las disparidades? ¿Se gestionan
debidamente las aulas y las escuelas? ¿Los métodos de enseñanza, aprendizaje y
apoyo – provengan de los supervisores, el personal docente, los programas o las
comunidades– mejoran o disminuyen la capacidad de las niñas? Este aspecto está
relacionado al ¿cómo se construyen los aprendizajes?
Si hablamos de una educación por competencias, lógicamente,
los procesos de construcción de dichas competencias, serán aquellos que
permitan a los estudiantes, por un lado, ser agentes activos, comprometidos y
responsables de la construcción de su propio aprendizaje, y por el otro lado se
tendrá que realizar una docencia estratégica, que implique la construcción,
deconstrucción y reconstrucción continua de la práctica pedagógica a partir de
la reflexión sobre la propia práctica. La
práctica docente crítica, asegura Freire[11]
(2004) encierra el movimiento dinámico, dialéctico, entre el hacer y el pensar
sobre el hacer
Freire (2004)[12]
expresa que no hay docencia sin discencia, ya que a pesar de las diferencias
que los connotan, quien enseña aprende al enseñar y quien aprende enseña al aprender.
En las condiciones del verdadero aprendizaje los educandos- discentes se van
transformando en sujetos reales de la construcción y la reconstrucción del
saber enseñado, al lado del educador, igualmente sujeto del proceso. En tal
sentido, enseñar, aprender e investigar se presentan en el ciclo gnoseológico:
aquel en el que se enseña y se aprende el conocimiento ya existente (crítica de
la realidad, valoración de los conocimientos previos) y aquel en el que se
trabaja la producción del conocimiento aun no existente (alternativas de
solución a los problemas de la realidad) manteniendo siempre la disponibilidad
para la revisión de los hallazgos, reconocer no sólo la posibilidad de cambiar
de opción, de apreciación, y por tanto, del derecho de hacerlo.
Freire, con respecto a los procesos de enseñar y
aprender se refiere a la importancia de “corporificar las palabras con el ejemplo”,
ya que las palabras a las que les falta la corporeidad del ejemplo poco o casi
nada valen. (Freire, 2004)[13]
Resultados. ¿Qué resultados esperamos para las
niñas en materia de educación básica? ¿Cómo se puede documentar el grado de
progreso del aprendizaje de las niñas y valorar la influencia del programa de
estudios en su crecimiento futuro? Los resultados educativos deberían estar
vinculados a los objetivos nacionales relativos a la educación y promover una
participación positiva en la sociedad. En este aspecto, es importante destacar la estrecha relación que existe entre los
procesos y los resultados de aprendizaje.
En el marco de una metodología de aprendizaje
significativo, Tobón (2007)[14]
opina que las estrategias para desarrollar
competencias en un entorno de docencia crítica se diseñan e implementan teniendo en cuenta
los criterios de desempeño, los saberes esenciales, las evidencias requeridas y
el rango de aplicación. Estas implican
las estrategias docentes de
sensibilización, estrategias para favorecer la atención, estrategias para
favorecer la adquisición y personalización de información, la recuperación de
la información, la cooperación, la transferencia de la información, la actuación
y la valoración.
De todo lo expresado podemos concluir que es
necesario reflexionar si en un contexto social en el que la calidad educativa
es una exigencia, el sistema está cumpliendo y dando respuesta a este
requerimiento. Igualmente, es necesario reflexionar sobre los contenidos (Qué
se enseña y qué se aprende), procesos (Cómo se enseña y cómo se aprende) y
resultados (aprendizajes panificados y aprendizajes logrados) son pertinentes
para el tipo de contexto en el que se desenvuelve la vida de los actores educativos.
¿Será que la escuela está matando la creatividad? Sir Ken Robinson nos hace reflexionar sobre este tema.
Hermila Amoroto
22 setiembre de 2015
[1]
Delors, J. (1996.): “Los cuatro pilares de la educación” en La educación encierra
un tesoro. Informe a la UNESCO de la Comisión internacional sobre la educación
para el siglo XXI. España: UNESCO.
Recuperado de http://www.unesco.org/education/pdf/DELORS_S.PDF
[2]
.Edu-PUCP (2013). Resultados PISA 2013: ¿Qué pasa con la educación?. Recuperado
de http://puntoedu.pucp.edu.pe/noticias/resultados-pisa-que-pasa-educacion/b
[3]
UNICEF (s.f). Calidad educativa. Recuperado de http://www.unicef.org/spanish/education/index_quality.html
[4]
IDEM
[5] Mirás, M.; Coll, C; Martín, E.; Mauri, T,;
Mirás, M.; Onrubia, J.; Solé, I. y Zabala, A. (1999). El Constructivismo en el
aula. España: GRAO.
[6] Freire, P. (2002). Educación
y cambio. Recuperado de http://derechoepja.org/wp-content/uploads/2015/05/freire-paulo_educacicion-y-cambio.pdf
[8] Delors,
J. (1999)
[9]
Tobón, S. (2007)
[10] Idem
[11]
Freire, P. (2004). Pedagogía de la Autonomía. Sao Paulo:Paz e Terra, S. A.
recuperado de http://cipdfa2005.wix.com/strategic-consult-es#!bibliografia--educacion-por-competencias/jpot5
[12]
Idem.
[13]
Idem.
[14]
Tobón, S. (2007).
No hay comentarios:
Publicar un comentario