Estrategias para estimular el cerebro total



La educación del ser humano ha sido objeto de estudio y críticas durante toda la historia de la humanidad. La naturaleza de la sociedad actual, requiere una educación que nos lleve hacia el despliegue máximo de las potencialidades del ser humano, a una mejor comprensión y manejo de los conocimientos, que permita el desarrollo de sentimientos y emociones positivos hacia uno mismo y el entorno, que se convierta en una posibilidad de transformación activa, creativa y responsable. Una educación compatible con el cerebro humano social o el cerebro social del ser humano.

El escenario de la sociedad del conocimiento, la información, la creatividad y la innovación se caracteriza por una progresiva desaparición de las fronteras tanto económicas como culturales y por una nueva lectura y significación del espacio y tiempo personales. Está surgiendo un nuevo modelo de sociedad que demanda un nuevo modelo de escuela que reclama su renovación desde la incorporación de un conocimiento pertinente del aprendizaje de la condición humana, de la identidad planetaria, de la comprensión mutua en todos los sentidos, de la ética del género humano y de la consideración que todo conocimiento conlleva el riesgo del error y de la ilusión.
Necesitamos una escuela que no sólo dé respuestas sino que prioritariamente enseñe a formular preguntas, que mire al pasado y lo integre al futuro; una escuela innovadora y creativa, donde se promueva una visión más compleja y critica del mundo, generando un conocimiento global, integrador, contextualizado, sistémico, capaz de afrontar las interrogantes y los problemas abiertos y difusos que plantea la realidad actual, dentro de una concepción de educación integral que respete las diferencias, desarrolle la afectividad, la expresión artística, la interacción social y el ejercicio de los diferentes tipos de inteligencia.

“Es necesario desarrollar la aptitud natural de la inteligencia humana para ubicar todas sus informaciones en un contexto y en un conjunto. Es necesario enseñar los métodos que permiten aprehender las relaciones mutuas y las influencias recíprocas entre las partes y el todo en un mundo” (morìn, 1999)
Las ultimas investigaciones en neurociencia plantean un nuevo enfoque sobre el aprendizaje, priorizando el cómo aprendemos sobre el qué y cuánto aprendemos. Cada persona tiene una forma particular para significar la experiencia o la información que se transforma en conocimiento, es decir al cómo construir y reconstruir sus esquemas mentales y por tanto de cómo aprender y de pensar. Esto constituye su estilo de aprendizaje.
Esta propuesta es el resultado de la consulta y recopilación de diferentes autores, valorando las coincidencias, divergencias y complementariedades necesarias para construir un espacio de intercambio de opiniones y experiencias.

En tal sentido, nuestro principal propósito es generar un diálogo docente sobre la capacidad inmensa del cerebro humano, sobre la necesidad de potenciar el deseo y alegría de aprender en una concepción de pensamiento crítico-creativo, de consolidar intersubjetivamente una comunidad de investigación que avanza a través del diálogo en el que cada una de las personas que participan contribuya desde la diversidad de su propio SER, y se asuma a la mente-acción desde una perspectiva de efecto mariposa.